MISIONES.UNO | La cadena yerbatera fue ubicada nuevamente en rojo en el semáforo de economías regionales de Coninagro, con precios que no cubren costos, caída de la producción y mercado interno estancado. Mientras las exportaciones crecen pero no mejoran el ingreso de los productores, el periodista Juan Carlos Argüello advirtió en Canal Doce que la desregulación profundizó la crisis del sector.

La cadena yerbatera atraviesa uno de sus momentos más delicados y volvió a ser catalogada entre las economías regionales en situación crítica, de acuerdo con el último “semáforo” elaborado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro). El informe ubica nuevamente a la yerba mate en color rojo, la señal de mayor alerta para el sector.
El panorama combina precios al productor que no alcanzan a cubrir los costos, caída de la producción y un mercado interno que no muestra señales de crecimiento. La yerba mate permanece en rojo desde marzo del año pasado, junto con otras actividades como el arroz, la papa, el vino, las hortalizas y el algodón, lo que refleja un deterioro prolongado en distintas economías regionales.
El periodista Juan Carlos Argüello, en Canal Doce, destacó que el semáforo de Coninagro muestra “seis economías regionales en rojo absoluto y siete en amarillo”, un cuadro que vincula con el impacto de la desregulación impulsada por el Gobierno nacional y la falta de señales claras para el sector productivo. En el caso de la yerba, el relevamiento señala que la producción pasó de un millón de toneladas a 882 mil en el último año.
Si bien se verificó una suba interanual en el precio pagado al productor, ese incremento no compensa la inflación ni el aumento de los principales insumos y gastos básicos. La tonelada se estabilizó en niveles que no permiten una recuperación real del ingreso para el eslabón primario.
La ampliación del área implantada tampoco revirtió la caída productiva y terminó generando mayor presión sobre una actividad sin previsibilidad. La ausencia de una referencia pública de precios complicó las negociaciones entre secaderos e industria, dejando a los productores con menor capacidad de negociación para sostener su rentabilidad.
Según Coninagro, el mercado interno de yerba mate se mantuvo estable, con un consumo que no absorbe las variaciones de la oferta. Ante este escenario, la actividad se apoyó en las exportaciones, que mostraron un crecimiento, aunque insuficiente para compensar el deterioro de los ingresos de los pequeños y medianos productores.
Argüello señaló además que la situación crítica se replica en otras cadenas del NEA. En el sector forestal, indicó, “hay exportaciones pero el precio interno no compensa, y tampoco hay demanda debido a la crisis de la construcción”. En el tabaco, puntualizó, se registra un “récord de exportación pero los precios no acompañan”, lo que también presiona sobre los productores.
En el caso específico de la yerba mate, el periodista remarcó que, aunque el consumo interno se mantiene estable, “el precio de la hoja verde sigue cayendo” en términos reales. Sostuvo que, por el momento, “lo único que salva son las exportaciones, pero benefician al sector industrial y no a los productores”.
El último semáforo de Coninagro confirma así que la yerba mate acumula más de un año en zona de crisis, con la luz roja encendida y sin señales de mejora inmediata. La desregulación del mercado no aportó soluciones al sector yerbatero y aparece asociada a una profundización de las desigualdades dentro de la cadena productiva.
